domingo, 17 de junio de 2012

EEUU fabricara dinero para tener mas dinero 500.000 millones

La caída en el índice de precios al consumo del país norteamericano por debajo del 2% -nivel que la Fed establece como referencia- y el recrudecimiento de la crisis en Europa favorecen la activación del helicóptero de Ben Bernanke, algo que podría dar como resultado un rebote en el mercado de renta variable estadounidense.
En el parqué de la New York Stock Exchange, las aspas del helicóptero pilotado por el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, comienzan a sonar entre la vorágine desatada, no sólo por el recrudecimiento de la crisis en el Viejo Continente, sino por las evidentes señales de desaceleración que se atisban en la economía norteamericana.


A finales de semana conocíamos como el IPC caía en el mes de mayo hasta el 1,7 por ciento, quedando así por debajo del rango del 2 por ciento que la Fed establece como referencia para activar su bazoca de liquidez. Al mismo tiempo, las peticiones semanales de subsidio por desempleo subían hasta las 386.000 solicitudes.



De momento, a la espera de que la próxima semana el banco central estadounidense dé a conocer algún tipo de detalle sobre el asunto, la renta variable de Estados Unidos podría estar cocinando su particular rebote. "Observamos un alza a corto plazo que llevaría al S&P 500 hasta los 1.325 y los 1.345 puntos, en un rally que señala una corrección durante las próximas semanas" asegura Michael Krauss, analista técnico de JP Morgan Chase. Según sus previsiones, el indicador podría subir hasta los 1.400 puntos antes de experimentar una mayor caída que podría hundirlo hasta los 1.220 puntos durante el tercer trimestre de este mismo ejercicio para después comenzar un nuevo ciclo alcista. En Ecotrader, el portal de estrategia de inviersión de elEconomista la resistencia del S&P se sitúa en los 1.335 puntos.


La posible explosión a corto plazo está motivada principalmente por la euforia que despierta una nueva oleada de estímulos por parte de la Reserva Federal. Neel Kashkari, responsable de renta variable de Pimco, aseguró el pasado jueves durante una mesa redonda patrocinada por Bloomberg que la Fed prepara ya su tercera entrega de Quantitative Easing ya que la economía "se ralentiza". Otros factores mencionados por Kashkari implican precisamente una caída de la renta variable en el país.


Sin embargo, otros expertos, como Robert Doll, estratega jefe de Blackrock, indican que Bernanke y sus chicos podrían esperar algo más antes de activar el "seguro de emergencia" que supone el QE3, del que se desconoce si llegará en forma de compra de activos e hipotecas como sus hermanos mayores el QE1, aprobado en 2008, y el QE2, implantado a mediados de 2011.
De todas formas, en una nota a sus clientes, Byron Wien, vicepresidente de Blackstone, determinó que tras las pérdidas superiores al billón de dólares experimentadas por la renta variable de EEUU, los inversores cuentan con efectivo suficiente para volver a entrar en el mercado y determina que "es seguro" comprar. "El mejor momento para comprar acciones es cuando existe cierto sentimiento de aversión y eso es lo que sucede ahora mismo".
Para Kashkari, los inversores interesados en la renta variable de EEUU, "deben seguir centrándose en compañías con balances sólidos que operen en mercados de mayor crecimiento, incluyendo también aquellas que paguen dividendos saludables", dijo en una nota distribuida por Pacific Investment Co, con sede en Newport Beach, California.
Un flotador de 500.000 millones

La pregunta que ronda la mente de muchos es qué forma tendrá el próximo flotador de la Fed. Desde Capital Economics señalan que la Fed sólo cuenta con 180.000 millones de dólares en bonos del Tesoro a corto plazo para vender por lo tanto, una Operación Twist como la aprobada hace meses, sólo garantizaría una duración de seis meses. Es por ello que, al igual que afirma Jay Hatzius, economista jefe de Goldman Sachs, el QE3 llegará en forma de compra de bonos e hipotecas, por un total aproximado de 500.000 millones de dólares algo que garantizará "un impulso a corto plazo para los mercados financieros".


Cabe recordar que la crisis financiera que acabó con Lehman Brothers y desembocó en la

bautizada como "Gran Recesión", hizo que la Fed se viera obligada a reactivar la actividad económica mediante la compra de 2,3 billón dólares en bonos del Tesoro entre diciembre de 2008 y junio de 2011, en dos rondas de flexibilización cuantitativa, conocidas como QE1 y QE2.


Posteriormente, la Reserva Federal programó la compra de 2.250 millones de bonos con expiración entre febrero de 2036 y mayo de 2042 como parte del plan Operation Twist, un programa para reemplazar 400.000 millones de dólares en bonos a corto plazo por bonos a largo plazo con el fin de mantener bajos los costes de los préstamos.


Hilo en FC

Link de la noticia

No hay comentarios:

Publicar un comentario